El país necesita recuperar la confianza y para ello es imprescindible un pacto global
Este encuentro, organizado entre el la USJ el Instituto Aragonés de Fomento en la sede de Ibercaja, ha centrado su temática en las estrategias y prioridades que las empresas tienen que adaptar actualmente para salir con éxito de la crisis.
En su intervención, Ramón Adell ha apuntado que la crisis refuerza el papel de los directivos y permite aportar lo mejor de ellos, ya que su gestión conlleva decidir con rapidez, asumir riesgos y mantener el talento de los equipos. Con respecto a los directivos, el presidente del CEDE asegura que el buen profesional sabe que su gente está dispuesta a hacer sacrificios, pero “hay que conseguir la complicidad del equipo actuando con transparencia y comunicando más y mejor que nunca”.
Con respecto al cambio constante del mercado, Adell asegura que la velocidad con la que cambian las cosas requiere “tener el radar siempre puesto” y aprovechar el dinamismo y capacidad de improvisación que tenemos los españoles, aprovechando esta virtud en tiempos de crisis.
Además de la correcta gestión, Ramón Adell defiende que “todos debemos esforzarnos por no perder tejido empresarial, y para ello es vital que se restablezca el circuito del crédito y se evite el cierre de empresas viables por falta de circulante”.
El papel de los jóvenes, según Adell, es “demasiado conformista” y esta afirmación se constata en las elevadas cifras de jóvenes que aspiran a ser funcionarios o la felicidad que muestra el 80% de esta generación, aunque en este momento se alcance el 40% de paro juvenil. “Los jóvenes deberían ser los abanderados de la recuperación, abandonar sus espacios de confort y aceptar el reto de ser mejores. Por otro lado, la pasión por determinados mitos financieros ha generado en los últimos años un relativismo moral que es perjudicial”, afirma el presidente de AED.
Para finalizar, Ramón Adell defiende que la crisis nos puede dar muchas lecciones, pero que no las estamos aprovechando. En este sentido, Adell afirma que estamos superando la situación con la intervención del Estado, pero sin depurar responsabilidades. “La crisis es culpa de todos, pero de unos más que de otros, ha habido comportamientos moralmente incorrectos de los que no quieren hablar en el mundo de las finanzas y la transparencia es algo imprescindible para generar la confianza necesaria”. A su vez, el presidente de la Asociación Española de Directivos añade que “el país necesita recuperar esperanza y poder confiar en el futuro y para ello, es imprescindible un pacto global”. Según Adell “la crítica y el insulto permanente desaniman a un ciudadano que no merece este trato”.
Ramón Adell en la charla con el Club Empresa 400
Zaragoza, 11 de marzo de 2010.