Francisco Cabezuelo.

Profesor de Publicidad y RRPP, Universidad San Jorge.

La comunicación y la marca mantienen una relación muy íntima, ya que su importancia es determinante. Partimos de un producto con calidad, pero la cuestión es cómo comunicar. Recordemos la frase utilizada por los italianos “Cada oportunidad que se deja pasar, se pierde”. Por ello, siempre debemos sumarnos al carro de la novedad, llegar a canales nuevos. Antes la comunicación se realizaba a través de televisión, radio… ahora tienen mucho éxito otros canales como Internet, mail…

La publicidad está perdiendo credibilidad día a día. Partimos de un mercado con saturación publicitaria, consumidores más listos y escépticos, en el que se aprecia un creciente dominio de la tecnología por parte de los clientes y un poderío grande de los distribuidores.

Lo principal es captar la atención y esto se consigue con originalidad y novedad. Para ello debemos buscar otros instrumentos de comunicación internacional. El mensaje debe adaptarse dependiendo del lugar donde nos encontremos. Insistir tanbién en que un producto puede darse a conocer sin hacer publicidad, simplemente dando referencias.

Un fenómeno que tiene cada día más auge es el marketing social. Existen nuevas acciones de comunicación promocional que se salen de lo convencional para llamar la atención. Este sería el caso de la organización de diversos eventos (fiestas, conciertos…) que den tanto que hablar que así consiguen salir en la prensa y por tanto se está logrando el fin de promoción buscado.

Por último hay que tener en cuenta que cualquier soporte es válido para la promoción de nuestros productos o servicios: una cabina de teléfonos, una gasolinera… Debemos buscar nuevos soportes que sean novedosos y consigan llamar la atención de nuestros consumidores.

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Zaragoza, 8 de julio de 2008.

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