Empresas Premio a la Excelencia Empresarial 2014.
Ramón Tejedor, director gerente del I.A.F. moderó la mesa redonda debate con Javier Pardiño, director de Becton Dickinson, Esther Ariza, gerente de Airfal International, y Fco. Javier Oñate, director del Colegio La Salle Montemolín.
Las empresas ganadoras del Premio a la Excelencia Empresarial 2014 muestran las ventajas de aplicar modelos de gestión de calidad en una mesa debate. Becton Dickinson, Airfal International y Colegio La Salle Montemolín, han hablado de las claves de su Gestión empresarial y de la ventajas que les ha aportado la implantación de sistemas de gestión de calidad.
Ha abierto la mesa la gerente Airfal International, Esther Ariza, quien ha enumerado las características que hicieron posible la consecución del Premio a la Excelencia Empresarial. Ariza ha explicado que Airfal es una empresa familiar fundada en 1985, y que se dedica a la fabricación de iluminación técnica e industrial.
Como primer pilar del éxito de la compañía, Ariza ha destacado la innovación, un proceso al que en Airfal llegó obligada por la irrupción de la tecnología LED, “que supuso un cambio total, ya que tuvimos que adaptarnos y modificar todo el modelo de negocio”.
Otra de las claves ha sido la búsqueda de la diferenciación y de la calidad, “no sólo en el producto, sino en todo el modelo de gestión”, y la mejora del servicio: “Ser fabricante nos ha permitido reducir plazos, y hacer un producto totalmente adaptado al cliente, y una estrategia de diferenciación era dar exactamente lo que el cliente necesita”. Asimismo, Airfal también ha avanzado en sus procesos de exportación, y hoy en día, el 52% de sus ventas se producen en países de todo el mundo.
También se ha referido Ariza a la RSC, “nuestra niña bonita”. La gerente ha explicado que el 85% de las luminarias se montan en centros ocupacionales y que la compañía está firmemente comprometida con la integración laboral. “Intentamos que la RSC vaya a todos los ámbitos, que los proveedores sean aliados y también nos gusta que el equipo se sienta orgulloso de pertenecer a Airfal, queremos llevar a nuestro entorno felicidad”, ha señalado.
Por su parte, el director del Colegio La Salle Montemolín, Francisco Javier Oñate, ha explicado cómo se ha implantado el sistema de Calidad y cómo se ha visto reflejado en el día a día del centro. Tras hacer un breve repaso histórico y explicar que desde su fundación el colegio ha mantenido un “carácter abierto” y que nunca se ha escatimado para que las escuelas funcionen lo mejor posible: “Trabajamos con personas y con el objetivo de conseguir lo mejor para ellas, y eso además de ser una obligación institucional, es una obligación social porque los chicos van a ser el futuro de la sociedad”, ha aseverado Oñate.
El director del centro ha explicado que el sistema de gestión se fundamenta en tres ejes: la escuela tiene que funcionar bien, “las decisiones no se toman porque sí si no que hay unos procesos que se van implantando y cuya evolución se va siguiendo”; el alumnado, “ellos son los clientes y la formación el producto que les ofrecemos”, y la corresponsabilidad de todos los miembros de la organización con el proyecto educativo, “no se puede funcionar bien si los trabajadores no están implicados, los profesores tienen que hacer algo más que dar clase, y trabajan para que el proyecto siga adelante y mejor”.
Así, desde que el año 2003 se comenzó a trabajar en la implantación del Modelo EFQM, el centro ha experimentado importantes mejoras en materia de procesos de mejora continua, de toma de decisiones o de evaluación. La implicación de las personas, la rápida implantación de las tecnologías de información y comunicación en todo el centro, la labor tutorial y la rotación en el liderazgo son algunas de estas ventajas que ha enumerado Oñate.
“Implantar una cultura de calidad nos ha llevado a una trasformación de los pies a la cabeza”, ha concluido Oñate quien ha asegurado que se ha modificado el ADN de la organización en aspectos como planificación, mejora continua o buenas prácticas.
Ha cerrado la mesa el director de Becton Dickinson, Javier Pardiño, quien ha explicado que la empresa, afincada en Fraga, forma parte de un grupo multinacional de 45.000 empleados y que ha hecho de su capacidad productiva una de sus mayores virtudes.
El responsable de la compañía ha explicado que la aplicación de modelos de gestión de calidad se ha demostrado útil en cuatro grandes puntos: en el área económica, donde además de cumplir con los presupuestos es capaz de generar ahorros, lo que produce una gran confianza que se ha traducido en 102 millones de inversión entre 2010 y 2016; incremento del valor añadido, a través de la ampliación de la familia de productos diversificando de este modo el riesgo; el empleo, con grandes crecimientos antes de la crisis, una estabilidad en los últimos años y un incremento del 10% para el futuro a corto plazo; y en excelencia operativa, algo que se manifiesta en que están apoyando a la corporación a poner en marcha plantas y equipos y formando a trabajadores de otros centros.
Pardiño ha explicado que la compañía ha demostrado una gran eficiencia y efectividad en los procesos y ha querido destacar el calor de las personas: “En resumen todo es posible gracias un equipo, las personas gestionan procesos y esto es lo que nos hace eficientes”.
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Zaragoza, 5 de noviembre de 2015.
