Manuel Teruel, Jaime Armengol y Adrian Harris
Ha abierto la mesa Manuel Teruel, quien ha explicado cómo, durante el proceso de globalización, las grandes potencias han ido perdiendo mercado frente a las economías emergentes. En este contexto de globalización, aunque la Unión Europea ha perdido parte de su cuota dentro del PIB mundial, sigue siendo el primer bloque comercial del planeta.
Esto ha sido posible, según el vicepresidente de Eurochambres, a la puesta en marcha de políticas de comercio exterior basadas en acuerdos abiertos al resto del mundo y, sobre todo, a un impulso de la competitividad. También la estrategia de la unión monetaria en torno al Euro fue trascendente, “a pesar de que los gobiernos tuvieran que ceder soberanía y poder de decisión en este ámbito”. Según Teruel, otro de los aspectos bien ejecutados por parte de las instituciones europeas fueron los acuerdos de estabilidad de Maastricht: “Los países que nos hemos distanciado de la convergencia somos los que tenemos problemas”.
El también presidente del Consejo Superior de Cámaras ha continuado su exposición explicando las líneas fundamentales de la política económica de la Unión en 2014, que han sido la lucha contra el paro, fundamentada en la inversión en formación, en la libre circulación de trabajadores y en el aprovechamiento de sectores clave; la creación de un sistema financiero sólido, para que los fondos lleguen al sistema productivo; la lucha contra el trabajo ilegal y el fraude fiscal; y la interconexión del mercado único.
Asimismo, Teruel ha señalado que existe un programa plurianual de dinamización hasta el 2020 que se pretende que sea inteligente, sostenible e integrador.
Inteligente porque se tiene que basar en un crecimiento diferente: “Europa no puede apostar por crecer en lo mismo que estaba haciendo porque eso es lo que están haciendo los imitadores con otros costes y otros logros sociales, tenemos que apostar por la innovación y por la sociedad digital”. Sostenible, apostando por sectores trasversales como el clima, la energía o la movilidad y mejorando la competitividad “prescindiendo de todo lo que nos lastra”. E integrador, a través de un salto cualitativo en la formación y actuando sobre la pobreza, “porque el continente sigue teniendo sectores marginales y el desarrollo sólo es integral si la distribución de la renta es uniforme”.
Desde el punto de vista de la empresa, Teruel considera que éstas exigen a las administraciones europeas políticas sólidas dirigidas a mejorar la competitividad y potenciar la iniciativa empresarial: “Sólo en las empresas se genera empleo, solo en las empresas se genera PIB”
En este sentido Teruel considera que la estabilidad presupuestaria, la consolidación fiscal y la reducción de carga financiera son prioridades para el sector empresarial. Asimismo cree que hay que hacer una orientación de los fondos europeos hacia las empresas y las pymes, “vemos millones que se transfieren a la banca, a sectores financieros, pero el único sitio donde se genera empleo es en la economía productiva”, ha defendido.
También cree necesario una simplificación del sistema financiero y burocrático, que hay que hacer una apuesta “firme y decidida” por la innovación, internacionalización y formación, “una Europa cohesionada y fuerte podrá competir con las economías emergentes”.
Para ello considera que habrá que tomar importantes decisiones políticas, ya que si los productores no logran distanciarse de la competencia por competitividad y tecnología, tendría que hacerlo prescindiendo de logros sociales. Además, considera que habrá que replantearse la edad de jubilación, ya que el envejecimiento de la población “hay que soportarlo” y eso lastra la competitividad.
En la misma línea se ha expresado el director general de Orgalime, Adrian Harris, quien considera que a la industria manufacturera le “falta cierta salud” en el viejo continente y no atraviesa su mejor momento.
Pese a todo, Harris ha explicado que en 2012 se ha mejorado en términos de empleo y en determinados sectores. El crecimiento en Europa será del 2,5% y, aunque es un poco inferior a las previsiones, “es bueno porque si mantenemos estas cifras se crearán más puestos de trabajo”.
Respecto al nuevo contexto, Harris considera que ya se han dejado atrás algunos de los viejos problemas, como era encontrar personal capacitado, y ha surgido uno nuevo derivado de la falta de demanda. “Los mercados de exportación están creciendo pero los mercados internos se han estancado”, ha asegurado Harris quien piensa que las empresas europeas has soportado bien el proceso globalizador como consecuencia de encontrarse a la vanguardia de las tecnologías.
Si embargo, el experto piensa que si no crece ese mercado interno, la inversión en innovación podría desaparecer: “Hay que tener en cuenta la realidad que prevalece, y va a haber grandes transformaciones de la industria manufacturera”.
Para poner solución a esta situación Harris cree que, además de apostar por el avance tecnológico, hay que avanzar en la atención de las demandas de los consumidores, “que cada vez exigen más”. Así pues, y según se vayan desarrollando los países emergentes, los mercados extranjeros ofrecerán más oportunidades, aunque también se competirá con economías cada vez más competitivas.
Para llegar a poder competir, es importante que desde las instituciones se promuevan iniciativas más allá de las políticas monetarias. De este modo, Harris aboga por no seguir aplicando políticas de austeridad, por que se focalice la financiación de la I+D o por la inversión en la búsqueda de la eficiencia energética.
Para finalizar, Harris ha mandado un mensaje positivo en el que ha trasladado al auditorio que los jefes de estado y dirigentes “han iniciado un cambio” en el que han empezado a ser conscientes de las medidas que se han de tomar para crear unas empresas más competitivas. “La vida tiene que se más fácil para la industria”, ha concluido
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Palacio de congresos Expo de Zaragoza, 4 de abril de 2014
