Cada puesto de trabajo de la industria contribuye a la creación de otros tantos en otros ámbitos de la economía. Los trabajadores del sector son los que más PIB generan por empleado. El 85% de los puestos son fijos, lo que ayuda al mercado interno. Se apuesta por promover la industria en Europa.
El 85% de las personas que trabajan en la industria lo hacen con un contrato fijo y su salario “no está empobrecido sino que es justo”, lo que permite que “se cree mercado interno”. Así lo ha explicado la presidenta de Siemens España, Rosa García, durante la mesa redonda “Visión de la Industria Europea. Perspectiva empresarial”, moderada por el director de Heraldo de Aragón, Mikel Iturbe.
Juan Miguel Villar-Mir, Domingo Ureña, Mikel Iturbe, Alberto Bombassei, Rosa García y Antonio Cobo
Rosa García ha destacado que el trabajador de la industria genera mucho más PIB por empleado que ningún otro y que el 80% del I+D está relacionado con este sector económico.
La presidenta de Siemens ha apostado por la reindustrialización y ha recordado las dificultades de las pymes para hacer I+D. Asegura que España tiene un “problema” de productividad ya que las industrias son un 30% menos productivas que la media de las compañías. Esto es debido “a su tamaño” porque “cuanto más grande es la línea de producción, y en general la empresa más capaz es de producir más y mejor”.
Por su parte, el presidente de Brembo, Alberto Bombassei, ha destacado que la industria es “el futuro de Europa” y permite “mantener la innovación, la investigación y el alto contenido tecnológico muy conectado con el territorio donde trabaja”.
Ha relatado que cada puesto de trabajo en la industria contribuye a la creación de otros tantos empleos en otros ámbitos de la economía, por lo que cree que hay que promover el futuro de la industria en Europa.
Bombassei ha incidido en que muchas empresas vuelven a producir en Europa. Ha indicado que es debido “al aumento del coste de trabajo en los países asiáticos, la recuperación económica en la Unión Europea y la búsqueda de estándares de calidad más elevados”.
Considera que la competitividad será la clave para el desarrollo industrial y que si Europa no consigue seguir el ritmo de las inversiones en tecnología “su competitividad se verá comprometida”.
El presidente de Airbus Group en España y executive vicepresident Military Aircraft Airbus Defence & Space Division, Domingo Ureña, ha subrayado que Europa no vende mano de obra barata, ni productos de baja calidad, por lo que la clave tiene que ser “la inversión en I+D” porque “es la única posibilidad de seguir creciendo en el mercado internacional”.
Ureña estima que hay que mantener la “soberanía tecnológica” porque sin ella no se podría mantener el sistema social que se ha creado en Europa, ni tampoco el bienestar, que es “ejemplo en el mundo”.
Ha destacado que la industria europea está basada en el conocimiento y que el sector compite por “su capacidad de ofrecer soluciones innovadoras a precios competitivos”. Algo que se consigue “a través del conocimiento”.
Por su parte, el presidente de OHL y de la Fundación COTEC, Juan Miguel Villar-Mir, ha recordado que el mundo en su conjunto “crece a porcentajes que oscilan entre el 3,5 y el 4%”.
Villar-Mir ha alertado de que España ha perdido “casi un tercio de su industria en los últimos doce años”. Ha indicado que ha influido la crisis, pero también “una política energética poco acertada”, que se ha traducido que el país “sea el segundo o tercero de la Unión Europea con la energía más cara”.
Algo contra lo que considera que hay que luchar porque “las personas que trabajan en la industria producen más rentas y tienen más ingresos que la media de toda la población”. Cree que industrializar es “una condición para que España y sus ciudadanos vivan mejor”.
Por último, el director general de GM España, Antonio Cobo, ha recordado que el automóvil es el primer inversor privado en Europa y el sector que registra más patentes, más del 50% de las tecnológicas. Representa más del 4% del PIB y da trabajo de manera directa o indirecta a 13 millones de personas.
En España, el sector supone el 10% del PIB y da empleo de manera directa o indirecta al 9% de la población. El país es el 11º productor del mundo y supone el 16% de las exportaciones.
Cobo ha asegurado que Europa no podrá mantener su nivel y calidad de vida, ni tampoco “mirar con esperanza al futuro”, si no se tiene “una base industrial manufacturera mucho más fuerte que la actual”.
Ha apostado por “reinventar la industria en Europa” y ha apostado por una regulación que simplifique la gestión y elimine barreras administrativas y unas normas que apoyen el acceso a nuevos mercados. También un impulso al I+D+i, a la dinamización del mercado interior y al fomento de la productividad.