“Lo importante no es donde estás, sino donde queremos estar y como vamos a llegar”.
Javier Fernández Aguado
Bajo la cita de la canción “No hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar” comenzó una interesante ponencia de mano de Javier Fernández Aguado.
Pese a la creencia popular sobre la maldad de la crisis, nuestro ponente hizo hincapié en sus puntos positivos puesto que según sus palabras es el altavoz del sentido común. De esta manera intentaría transmitir y concienciar a las empresas que no están muertas, que “lo importante no es donde estás, sino donde queremos estar y como vamos a llegar”.
Para nuestro ponente un negocio no solo es adquirir algo relativamente barato, transformarlo y venderlo relativamente caro, sino que “un negocio es una compañía”.
De esta manera nos enseñó que una organización no puede sobrevivir si no tiene alma, sobretodo en el ámbito de la empresa, tiene que ser esta compañía, un lugar donde desde su significado y origen del latín se companis, donde se comparte, posee ese alma cuando todos los grupos de interés dentro de esta comparten el pan, ese carácter que posee una empresa y la diferencia de otra.
El mercado actual demanda que competir hoy en día consiste en ver lo que todo el mundo ha visto pero nadie ha mostrado todavía, haciendo una mención a otros ponentes como el joven Pau García-Milá destacó esa innovación y carácter fresco y lanzado que hay que poseer para lanzar una empresa y hacer que sea rentable y útil.
La cultura de la competencia no tiene que ser la del error cero, sino la de la innovación. El único que no comete errores es que no pretende innovar y el cambio no es lo único que ha evolucionado sino la velocidad a la que ese cambio se genera. En sus palabras mentó que las empresas que compiten son las que pueden transformar a su gente de lastre, en el auténtico motor.
La crisis nos tiene que ayudar a viajar hacia el centro de nosotros mismos, competir significa exigirnos más a cada uno puesto que las organizaciones no fracasan por la crisis sino por el fuego amigo, por la corrosión interna al no exigirnos nada nuevo y caer en el error de la comodidad. Con esto colaboró el discurso a una solución para la salida de esta crisis, de la que no nos sacará la restricción sino una buena formación.
Para cierre de su ponencia en un tono sutil de humor respondió a las respuestas del público, a través de anécdotas y chistes que conectaron con los ponientes y cerraron sus dudas y demandas, sin duda alguna se mostraron muchos ejemplos de optimismo en las palabras del autor.
En el colofón de su discurso, en el que la motivación se plasmaba para incitar a los oyentes a la acción, fue esa justa reflexión en la que invitaba a los asistentes a que actuaran como auténticos romanos, con ganas de comerse el mundo, cargados de fuerza, estrategia y esa incesante búsqueda por extender fronteras a diferencia de los árboles panameños que nos describía en uno de sus viajes que aparentaban ser de gran tamaño y utilidad por su volumen, pero que no servían para nada puesto que únicamente eran corpulentos ya que su madera, era frágil y hueca como el corcho.
Javier Férnández Aguado, es Catedratico del Area de Direccion General del Foro Europeo - Escuela de Negocios de Navarra y Socio Director de Mind Value.
Doctor en CC Economicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, Profesor Extraordinario de Escuelas de Negocio en USA, Hispanoamerica, Asia y Europa. Coach de Alta Dirección, Premio Peter Drucker a la Innovación en Management 2008 (USA) y Premio Best Competitiveness Speaker 2007 (USA). Es miembro de Top Ten Management Spain y Top Ten Speakers Spain.
Zaragoza, 15 de noviembre de 2011.