José Albert
Experto en Innovación,
Director de ICA2, Innovación y Tecnología.
José Albert empezó explicando que la innovación y la creatividad son sistemas complejos. Tal y como afirmaba Macbeth “La vida es como un cirio, efímero”.
Los sectores empresariales que dedican un mayor presupuesto a la innovación son salud, automoción y la electricidad. Ejemplos de empresas de estos sectores serían Nokia, Microsoft, Ford… Lo importante es que esas empresas que dedican un gran presupuesto en innovación tengan un retorno de ella. Sin embargo, la experiencia demuestra que las empresas que más valen no son aquellas que invierten más, sino las que mejor utilizan las inversiones. En este sentido, Google y Apple son las empresas que más beneficios acumulan tras la inversión.
En opinión del Sr. Albert, la empresa de hoy en día se mueve por emociones y pasiones. Los productos y servicios deben tener un elemento de pasión. La economía se mueve gracias al lado derecho del cerebro y no al izquierdo.
Desde hace unos años se ha podido comprobar que existen “guerras asimétricas” que son las que marcan la diferencia y crean hitos. Además estas guerras se observan en todos los ámbitos y sectores.
En la política se puede destacar el caso de Barack Obama. En el año 2004 nadie sabía quién era y sin embargo en el 2008 iba a ganar las elecciones. Tuvo cuatro años para conquistar al país. Si hubiera pensado de forma convencional, no hubiera estado donde está hoy. Fue el primer político que usó seriamente las redes sociales de Internet. Eso es guerra asimétrica.
Otro claro ejemplo de guerra asimétrica lo encontramos en el sector de telecomunicaciones. La gente compra un teléfono porque le gusta, así se demuestra que está usando el lado derecho del cerebro. De media, la gente cambia de teléfono dos veces al año. Hoy en día o estás con Blackberry o estás con Iphone. Motorola, que fue quien inventó el teléfono ha caído en el olvido. No hay lógica, es emocional.
El Sr. Albert recordó una famosa frase de Robert Lucas: “La innovación determina la riqueza de la región. Lo peor que le puede pasar a un país es la descapitalización humana porque es la gente la que crea más valor”. Incidió especialmente en el ejemplo del Circo del Sol. El circo estaba olvidado, y sin embargo este circo canadiense consiguió reinventarlo. En su opinión, el día que los políticos, economistas, etc. se conviertan en hombres de circo estará todo resuelto.
José Albert terminó su intervención con una última reflexión. Las empresas no pueden pensar nunca que todo les va bien porque es entonces cuando empezarán a fracasar. No pueden situarse en la “zona confort” donde nunca pasa nada. Corren el riesgo de que algún día sí pase algo y entonces se sitúen en la “zona pánico” donde ya no hay tiempo de reinventarse. Las empresas por tanto deben situarse siempre en la “zona incómoda” porque así serán siempre creativas.
Zaragoza, 11 de noviembre de 2009.