La clave del desarrollo es adaptarnos a estos mercados emergentes, creando negocios progresivos para competir con éxito en este nuevo contexto global.
Jesús Acebillo
Presidente Ejecutivo.
Novartis es una compañía líder en investigación y desarrollo de productos y servicios destinados a proteger y mejorar el cuidado de la salud y el bienestar de las personas a través de sus principales áreas de actividad en farmacia, nutrición, consumer health, genéricos, cuidado de la visión y sanidad animal. Novartis surge de la fusión de 3 empresas farmaceúticas: GEIGY, CIBA y SANDOZ. En 2005 consolida su liderazgo, con unas ventas de 32.000 millones de dólares y un beneficio neto de 6.100 millones de dólares.
Hoy en día es un reto capturar las economías emergentes en continuo crecimiento. Suponen un gran desafío para la modernización de nuestra empresa en el contexto de globalización que nos encontramos.
La Región Intercontinental de países Emergentes en Desarrollo, conocida como EGM, se extiende por cuatro continentes, incluyendo más de 55 países. Éstos constituyen el 77% de la población mundial, y engloban el 33% del PIB, son los motores de la economía mundial.
Estos mercados emergentes son una oportunidad para la industria. Tienen mayores tasas de crecimiento sostenido que los países industrializados occidentales y una estructura industrial en proceso de modernización. También tienen un crecimiento exponencial de su demanda interna, un alto nivel tecnológico y RRHH cualificados y de bajo coste. A esto se suma un crecimiento de la oferta de trabajo y de la productividad. Sin embargo son mercados con alta volatilidad y mayor riesgo.
Las razones de este elevado potencial pueden resumirse en tres. Un crecimiento de la demanda de los mercados internos; una mejora de su productividad como resultado de la aplicación de tecnologías ya existentes o de nuevas tecnologías; y un incremento sostenido de la capacidad de ahorro interno sin precedente. En China, por ejemplo, el ahorro supera ya los 3 trillones de dólares, tiene una enorme capacidad de consumo y expansión sin endeudamiento.
Brasil, Rusia, India y China forman el BRIC´s. Este conjunto de países en menos de 40 años serán mayores (en términos económicos) que el actual G6 (cuando hoy en día representan menos de un 15% de éste). Éstos constituyen el principal motor mundial de crecimiento, aunque a pesar de esto su población tiende a seguir siendo pobre, lo que condicionará un patrón de riqueza asimétrico y binomial. Estas asimetrías de riqueza serán un factor desestabilizador de la economía.
Sin embargo, en estos países existen limitaciones y obstáculos. Infraestructuras y canales de distribución deficitarios, mercados con alta volatilidad y barreras, débil cobertura legal que genera riesgos, y un legado político autoritario con fuerte influencia en los negocios.
En cuanto a las implicaciones que esto conlleva para la industria farmacéutica innovadora, podemos hablar de sus oportunidades comerciales. Son países con una gran potencial para la industria de los medicamento, ya que constituyen el 76% de la población y sólo consumen el 10% de los medicamentos. El entorno de desarrollo demográfico sostenido generará el aumento del gasto farmacéutico. A esto se añade un cambio del patrón epidemiológico a enfermedades crónicas debido a la “occidentalización”. También podemos hablar de sus oportunidades en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). La crisis del modelo tradicional de la industria farmacéutica presiona al comercio de nuevos fármacos. Las economías emergentes presentan oportunidades de mejorar a costes más bajos. Los países emergentes forman a su gente en occidente, creando así una oferta muy cualificada, lo que los hace más competitivos. Es necesario un proceso de externalización global (offshoring), que las grandes multinacionales recurran a ubicar determinados procesos de negocio en terrenos geográficos distintos que presenten unas ventajas competitivas con la finalidad de incrementar los resultados finales.
Actualmente los países desarrollados se preocupan más por controlar el gasto que por la innovación, lo que provoca procesos de deslocalización tecnológica en el sector. Los países emergentes compiten con éxito para captar inversiones en el sector biomédico. Se produce un relevo de la química tradicional por biofarmacia, biotecnología y bioinformática. La consecuencia de todo esto es un menor coste de desarrollo para el sector farmacéutico.
La gestión de Novartis se lleva a cabo en España desde Barcelona, que ha sido designada como la sede para su nueva Región de Mercados Emergentes (EGM). Novartis tiene una importante presencia en estos mercados, con más de 7.500 empleados y una cifra de negocio en torno a los 2 Billones $. El nuevo centro de decisión en España representa una excelente oportunidad para atraer talento y crear valor para toda la organización. EGM Barcelona cuenta con el apoyo de dos oficinas adicionales (Singapur y Basilea) para manejar 55 países.
Desde el punto de vista estratégico podemos hablar de cinco puntos. Un desarrollo global de la información y gestión para manejar mercados asimétricos; desarrollo de las estructuras comerciales, con prioridad en los mercados de mayor potencial; desarrollo de la capacidad para el manejo del riesgo y la volatilidad; desarrollo del talento local o regional; y asegurar la compatibilidad con actividades humanitarias en países más desfavorecidos.
Como conclusión, la clave del desarrollo es adaptarnos a estos mercados emergentes, creando negocios progresivos para competir con éxito en este nuevo contexto global.
Zaragoza, 9 de noviembre de 2006.